Menudo sorpresón me llevé ayer revisando el Release Radar en mi Spotify. No una, sino dos nuevas canciones de The National. Como sabréis los que me conocéis y leéis hace ya un tiempo, la banda de Cincinnati es uno de mis guilty pleasures.
Pese a mi condición de fanboy, soy sumamente crítico con ellos y no destripo sus discos sin antes meditar bien, sin escuchar varias veces lo que me ofrecen. Y por eso mismo comenté hace escasos meses cuando reseñé su último disco titulado First Two Pages of Frankenstein (2023) que, pese a que el disco es excelente como toda su discografía, veía cierta monotonía y algo de estancamiento en su carrera. La tercera resurrección o reinvención de The National nos ha traído a una banda más minimalista y decorosa, más melancólica e introspectiva. El músculo se perdió cuando terminó su primera bocanada de post punk revival. Los himnos mágicos se perdieron con las últimas notas de Sleep Well Beast (2017).
Tras éste último arrancó la tercera vida de la banda liderada por el carismático Matt Berninger. Unos discos que podríamos citar como adultos pero que, en muchos momentos, han quedado huérfanos del punch que la banda sigue teniendo en directo. Y auto citando lo que comenté hace unos meses: "Nunca más tendremos una canción como "Mr. November" o "Don't Swallow the Cap", no porque no sepan, sino porque ya no son esa banda." Tengo que admitir que quizás estaba algo equivocado.
Y son sólo dos canciones las que The National nos ha regalado por sorpresa, pero son tan impactantes y directas que me han empujado a hablar libremente sobre ellas. Una de ellas se titula "Alphabet City", se trata de una canción de algo menos de cuatro minutos de duración. Una canción de carácter melancólico y de temática introspectiva con unas voces poderosas colocadas sobre una muy rica y melodiosa instrumentación. Quizás sorprende menos por tener un carácter similar al de la mayoría de canciones de su última década, pero es maravillosa. Qué decir de su recta final en la que las voces no entorpecen el reluciente trabajo de teclados.
En "Alphabet City" Matt nos canta sobre la necesidad de encontrar a alguien especial y lo hace con un aroma de nostalgia sobre su relación ya pasada. Versos maravillosos como:
"I don't miss the world, not the way it was
I can't get there
(...)
I'll save your place
If anybody asks, I'll say you're coming back
We'll just have to wait
Sometimes I wanna drive around and find you
And act like it's a random thing
I always wonder if you ever feel
Like I blew all chances of this happening
I'm not over it, don't know what it is
I can't get there."
En ellos vemos a un Matt aún con el corazón roto tras unos años duros a nivel personal. La mejor habilidad de Matt siempre ha sido hablar libremente de su ánimo y con canciones así eres capaz de entender perfectamente su momento.
La otra canción que la banda ha publicado se titula "Space Invader" y roza los siete minutos de duración siendo la canción más larga de The National hasta la fecha, superando los 6:45 que duraba la preciosa "Not in Kansas" del disco I Am Easy to Find. Esta canción es fija en su repertorio éste último año pero poder escucharla en su máxima calidad y esplendor no tiene precio. Podemos dividirla en dos mitades totalmente diferenciadas y de casi la misma longitud. La primera mitad vuelve a ser delicada, rica en cuanto a musicalidad e instrumentación. Vemos a un Matt pletórico con su interpretación y unos músicos aportando lo más bonito que tienen en sus habilidades. La segunda mitad, un breakdown colosal, un in crescendo tan increíble como el que hicieron en la colosal "The System Only Dreams in Total Darkness" de Sleep Well Beast.
La temática es un lamento a las ocasiones perdidas y los hipotéticos futuros posibles dependiendo de qué elecciones se deberían haber tomado o no tomado en el pasado.
"It's a calculation I made a mistake on
I never should have said it like I said
It will come to me later like a space invader
And I won't be able to get it out of my head
What if I'd never written the letter
I slipped into the sleeve of."
El duo de guitarras formado por los hermanos Dessner se muestra sin filtros en esta canción, si ya de por sí son capaces de dar vida a las letras más oscuras y tristes de la mente humana, cuando se les necesita para acelerar el ritmo del mundo no muestran ninguna debilidad.
Hay quien piensa que The National son una banda sobrevalorada aupada por su nombre grande en los carteles de festivales como el Primavera Sound. Pero su trayectoria y su inmaculada discografía, capaz de mutar hasta en tres ocasiones, les avalan como una de las mejores bandas que ha dado el rock en los últimos 25 años.
Con estas dos canciones solamente nos recuerdan que, aunque en la actualidad estén en un mood más pausado, en su interior siempre serán esa banda que enamoró con Sad Songs for Dirty Lovers (2003), Alligator (2005) y Boxer (2007).
No comments:
Post a Comment