Mustaine está de vuelta con su décimo sexto disco de estudio. Un disco marcado por la pandemia y por muchos problemas en el seno de la banda que propició la definitiva salida de Dave Ellefson. La ausencia del bajista se antojaba algo crítica, pues Dave era parte fundamental del sonido de Megadeth. Aún así, Dave reclutó nueva sangre para volver a hacer de Megadeth el grupo capital que siempre ha sido.
Es obligado recordar que en 2019 le diagnosticaron cáncer de garganta a Dave. Una vez superada la enfermedad, volver al ruedo era indispensable para el pelirrojo.
Debo admitir que el primer avance, "We'll Be Back" me pareció algo flojo pese a que la velocidad thrasher me sorprendió gratamente. También debo añadir que, a base de escuchas me ha ido entrando mucho mejor la canción. Sí mejoraron en cuanto a impacto general las dos siguientes, pero mi esperanza en el disco era más bien pobre. Aún así, en mi memoria a más corto plazo tenía la idea de que Dystopia (2016) me voló la cabeza inesperadamente. Pero seis años de silencio, las rupturas y el pésimo estado de forma que la banda muestra en directo me alentaban a no ilusionarme con The Sick, the Dying... and the Dead!.
Aunque en los créditos encontramos a Steve DiGiorgio de Testament, James LoMenzo regresó a la banda tras su muy meritorio paso de 2006 a 2010, momento en el que Megadeth nos ofreció dos discos muy notables de thrash moderno, United Abominations (2007) y Endgame (2009). Repite como segunda guitarra el gran Kiko Loureiro, el brasileño se combina a la perfección con Mustaine en las labores de guitarras (incluso puedo afirmar que en la actualidad es mejor guitarrista que Dave). En la batería encontramos a Dirk Verbeure, contratado durante la gira de presentación de Dystopia.
La nueva formación de la banda es ilusionante y derrocha calidad y técnica. Muestra de ello es que The Sick, the Dying... and the Dead! tiene cierta carencia al thrash de los 80 pero con un sonido actual muy marcado. El disco tiene la profundidad de los discos capitales de los norteamericanos. Compositivamente, es incluso mejor que Dystopia. Encontramos unos Megadeth en un estado de forma casi óptimo marcando trepidantes canciones, veloces como antaño.
La amalgama de riffs de guitarra con ayudas y sus respectivos solos nos regalan uno de los mejores trabajos de cuerda de la banda. Las voces de Dave mucho mejor de lo esperado, aunque intuyo mucha mano en el estudio con arreglos para que luzca con todo su esplendor. La base rítmica que crean bajo y batería es muy compacta y vibrante.
Des de el primer corte, la homónima "The Sick, the Dying... and the Dead!" se puede intuir que la banda sigue la estela de lo establecido en Dystopia. Aunque incluso me atrevo a decir que melódica y técnicamente este disco es algo mejor que el anterior.
Piezas como "Killing Time", "Célebutante" o "Sacrifice" nos invitan a regresar a principios de los noventa, canciones que bien podrían estar dentro de Countdown to Extinction (1992) o Rust in Peace (1990). Otras canciones como "Mission to Mars" o "Junkie" nos muestran una faceta menos conocida de Megadeth, pues el ritmo y el estilo es menos thrasher y más oscuro.
El regreso de Mustaine y sus nuevos Megadeth es mucho mejor de lo que la mayoría podía esperar. The Sick, the Dying... and the Dead! es un disco casi excelente, un trabajo que nos muestra una banda disfrutando haciendo lo que mejor saben hacer: thrashear.
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