Si esperas encontrar una reseña del álbum ya puedes dejar de leer. No me voy a parar a analizar canción por canción, ya que ni sabría cómo hacerlo, y lo más seguro es que no lograra plasmar lo que representa cada tema, así que si todavía no lo habéis escuchado, ya tenéis deberes para el verano.
Como a mucha gente nacida en los 60, a mis padres les gustaba Bruce Springsteen, tenían muchos casettes suyos, y en el 2002 cuanto salió este álbum, tal y como habían hecho con los anteriores, lo adquirieron, y allí fue cuando todo empezó.
Este disco fue muy especial para mí, en aquel momento yo tenía 10 años, el mundo de la música me era desconocido, y gracias a este discazo, porque sí, es un completo y tremendo discazo de principio a fin, no hay ninguna canción que decepcione ni que sobre, yo entre en el maravilloso y sorprendente de la música. A día de hoy, mis gustos musicales están un poco alejados del sonido del The Rising, pero sigo apreciando y deleitándome con esta obra maestra. Supongo que para los fans del "Boss" que lo han pillado en los 80s, pensaran de mí que soy un loco e un insensato, y que este disco está lejos de sus mejores álbumes, pero para mí ellos son los locos e insensatos.
Cada vez que suena este álbum, me transporto a ese ya lejano 2002, vuelvo a tener 10 años, y estoy en aquel viejo y apreciado Honda Civic que tanto anhelaba conducir, sentado en el asiento del copiloto, porque ya soy un niño grande y puedo ir delante, y esta es la banda sonora de todos días durante el trayecto que hacíamos con mi madre y mi hermana pequeña hasta el colegio, y de vuelta. Esa música se me quedo grabada a fuego, es inevitable sentir cierta nostalgia a esa época, cuando la mayor preocupación de uno era saber los nombres de los Pokémon o mirar las Tortugas Ninja en la TV durante la hora de la merienda, antes de hacer los deberes.
A día de hoy, me atrevo a decir que soy el heavy que soy ahora en gran parte gracias a este álbum, ya que es el primer recuerdo musical que tengo, y a partir de este, la cosa fue creciendo, descubriendo nuevos grupos, nuevos sonidos y nuevos horizontes. Esto ocasionó mi segundo gran recuerdo de la música, y fue su concierto en 2008 en el camp nou. Recuerdo que en esa época ya tiraba más del heavy metal, pero fui a ver a Bruce Springsteen, con la camiseta de Iron Maiden, menudo puto flipado. Como dato curioso el disco salió en 2002 y el concierto de la gira fue en 2003, pues resulta que, los cabrones de mis padres, sí que fueron al concierto que hizo en el estadio olímpico de Barcelona, pero sin mí. Viéndolo con perspectiva, yo tampoco me llevaría a un mocoso de 11 años a ver al "Boss", seguramente incordiaría más que otra cosa.
Este disco es el Alfa de la música para mí, y aunque para muchos no será más que "otro disco" del de New Jersey, eso no cambiará la opinión que tengo.
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