Hoy nos toca una vez más volver la mirada hacia Latinoamérica, a Argentina concretamente, para hablar de otros debutantes: ellos son Estrellas Locales, un trío que nos ofrecen una ópera prima de lo más interesante, pues en ella encontramos estilos tales como el post punk, el indie o el rock de garaje sin que la banda llegue a sumergirse del todo en ninguno de ellos, pero siempre están presentes de una manera en ocasiones velada y más evidente en otras. Psicodelia, oscuridad, influencias clásicas... sin duda, la mescolanza que nos ofrecen, a primera vista, se presenta bastante apetecible.
El álbum lo arranca "220", puro punk 'n' roll de la vieja escuela, eléctrico y provocador, con cierto aire de desgana ante la vida, que sirve para desplegar, a golpe de adrenalina, una alfombra roja a la rockandrollera "Fuera de mi alcance", una descarga que parece sacada directamente de alguna grabación de los setenta olvidada en algún cajón.
"Bar" es todo un temazo de dark wave, aparentemente sencilla pero con un carácter magnético. La canción huele a novela negra, a noches de whisky y callejones oscuros. Desesperada como las composiciones de Txarly Üsher, consigue crear un ambiente en blanco y negro inmejorable.
Para sacudirse ese aura casi tétrica, el trío da un volantazo en "Mar", donde se acercan al pop, entendido a su manera y bajo su personal prisma, eso sí. Un corte amable pero que entra sin problema, posiblemente por no perder la esencia garajera de la formación.
En "Metal" retoman su faceta sombría, acompañando la poesía beat con unas melodías acordes a su espíritu, distorsionadas y psicodélicas. Y ese lánguido ánimo sigue presente en "Maquillado", que arrastra sus compases con desidia y provocación.
Los ritmos vuelven a animarse con "Nueva generación", otro pildorazo de rock canónico, pensado para que nadie que la escuche pueda quedarse quieto. Lineal, básica, directa y tremendamente efectiva.
Otro corte rebosante de ambiente dark sale al paso, "Nada mejor que cambiar". Las melodías se van balanceando ante nosotros lánguidamente durante casi cinco minutos que, inmersos en la hipnosis del tema, parecen dos.
Siguiendo la línea de "una de playa y una de montaña", Estrellas Locales se vuelven a animar, en esta ocasión adoptando un cariz bastante británico con "Despiste", prestando bastante atención a las partes instrumentales del tema, para ser relevada por "Aquel maldito tren blindado", capaz de transmitir mucho sin apenas esfuerzo. Pese a su aparente sencillez, o precisamente a causa de ella, es otra canción intrínsecamente magnética.
"Estrellas" es totalmente lisérgica, tanto en las formas como en el fondo, hasta rematar en el tramo final caótico y autodestructivo, como una espiral de violencia, hasta encarar la despedida del disco, que acaba como empezó: con una vibrante descarga del mejor punk 'n' roll con "Vuelvo a comenzar".
Como bonus track el trío nos deja la experimental "Maky jah dub", una versión de "Maquillado" que si hubiera que etiquetar, podría hacerse como reggae psicodélico, una última parada tan extravagante como el resto del viaje.
En resumen, este primer lanzamiento de Estrellas Locales cuenta con gran cantidad de matices e influencias, y nos evoca a bandas como Polansky y el Ardor, Parálisis Permanente o, por citar algunos de su Argentina natal, La Descarga o Iguana Lovers. Toda una muestra de cómo traer sonidos clásicos al aquí y ahora.
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