Hoy os traigo la reseña de Azok (2021), el álbum que lleva el mismo nombre que la banda, Azok (madre mía que original es esta gente eh). Fuera coñas, este grupo de Torelló formado en 2018, sacaron su segundo álbum este pasado 23 de julio. Su primer lanzamiento fue Necromancer en 2020, y esta vez nos deleitan con un mejor sonido y unos riffs de lo más potentes y desgarradores. El disco lo grabaron en Coke Nails Recordings y después de escucharlo unas cinco o seis veces, os puedo decir que suena colosal y tenebroso.

Y sin más dilación, procederé a comentar todo el álbum pista a pista, como ya es costumbre en mis reseñas.

Esto empieza con el riff de guitarra de "La daga del fons" que enseguida arranca con el gutural de Sergi Ureña. Este tema nos deja entrever el rollo que seguirá el resto del disco, con un estilo crusty black metal impecable y atronador. Desde luego se notan las influencias de bandas como Darkthrone o Mayhem, y aunque quizás lo que más destaca de este primer tema sea la voz, me impresiona bastante como suena de bien la batería de Abel Vila. El segundo tema es "Vents de sorra", con una melodía original muy pegadiza y una voz con algo de distorsión que en algunos momentos llega a parecer que el cantante está vomitando mientras canta en una cueva. Esta no es mi canción favorita del álbum y, para mí, carece un poco de la tralla que tienen las demás, pero aún así, el bajo hace un buen papel y recuerda al black metal más clásico de la Noruega congelada.

Seguimos con "Terra sotmesa a guerra", una canción muy corta con un riff que se repite a lo largo de la canción, desde luego suena bien, aunque me hubiera gustado que durara más, qué queréis que os diga. Es como que te meten el caramelo en la boca pero no te lo dejan acabar de saborear. Además, no entiendo ni papa de lo que dicen las letras, pero bueno. El cuarto tema es "Tron a l'infern", que empieza a pura tralla con la batería a todo trapo. La verdad que suena potentísimo y mi cabeza no para de moverse mientras la escucho. Uno de mis temas favoritos, sin duda. Las guitarras suenan impecables y el ritmo es asombroso (se pega como una mala cosa, ya os lo digo).

Si os va el crust punk de bandas como Skitsystem o Discharge sin duda os va a molar el rollo de "Necromancer", que lleva el nombre de su primer lanzamiento, Necromancer (2020). Suena bien y quizás es la menos oscura de las canciones del álbum. Le da un toque fresco a las catacumbas escondidas en este plástico. De aquí pasamos a "Època fosca", un tema muy al rollo de Dissection que suena exquisito, black metal en estado puro que resalta el sonido de las guitarras de Llorenç y Shägraath a un tempo perfecto. Es como que te sumen en la más triste de las decadencias mientras te dan una tunda de hostias bien dadas y encima está nevando muy fuerte. Entonces, "Època fosca" es otro tema que pondría en mi top de favoritos, aunque sin estar al nivel de "Abigor", el single que sacaron el noviembre de 2020 y que es el séptimo tema de este disco. Suena brutal con todas las letras, el bajo y la batería hacen un papel excepcional mientras la voz suena como nunca. De hecho, el siguiente tema "Sol fosc" se parece un poco a este en el sentido de tener un riff que se repite, y aunque este no se me mete de igual manera en la cabeza, tiene momentos en la composición de la canción que la hacen tremenda.

A continuación "Palantir", que sigue el camino del resto de temas del álbum, o sea, un riff lóbrego que se repite y la voz de Ureña gruñiendo por encima, creando así la atmosfera terrorífica que se espera de una banda de black metal tan underground como esta. Debo decir que, aunque en algunos momentos los temas puedan sonar un poco repetitivos, al estar compuestos de semejante manera, están tan bien colocados a lo largo del disco que en ningún momento se hace pesado. Además, cada vez que lo escucho encuentro algún detalle nuevo en las canciones que me hace querer escucharlo más veces aún.

"Sota el foc" es la pista más larga del Azok con un tiempo de 3:48 minutos. Empieza con una melodía de guitarra que personalmente me tiene enganchadísima. Este tema suena algo distinto a los demás ya que ganan protagonismo las guitarras mientras la voz las acompaña. El bajo de Dídac Baldà no cesa ni un segundo y los cambios compositivos además de las pausas suenan espectacularmente bien. Este tema tiene algo muy potente que lo hace retumbar como un terremoto. La última pista es "Aures glaçades", y podríamos decir que tiene el arranque más intenso del lanzamiento. La intro de la canción suena espectacular, después pega un cambio hacia la mitad de la canción que te lo revuelve todo para dejarte del revés y ni si quiera se preocupan por volverte a recolocar los órganos. Un gran final para un disco fetén que se hace corto.

Para acabar, voy a justificar mi nota, un 7.5, ya que aunque me parece un disco bárbaro y homogéneo en general, creo que tiene altibajos y hay canciones que son algo simples y otras que sobresalen mucho más en cuanto a calidad compositiva y creatividad. De todas formas, la evolución de Azok es brutal y aquí lo han demostrado. Os recomiendo que os paséis por su Bandcamp a escuchar el álbum y a echarle un ojo a todo su material, estoy segura de que estos jóvenes van a dar mucho que hablar. ¡No les perdáis la pista!